El Plebeyo
Tema de Felipe Pinglo Alva. Canta: Pedro Infante
Queridos amigos, nuestra ferviente lectora y ahora también escritora e integrante de nuestro club, Patricia Gutiérrez Pesce, nos sugirió para nuestra sección de poemas musicales la canción: "El Plebeyo", uno de los tantos poemas melódicos escritos por Felipe Pinglo Alva, un poeta influyente y prolífico compositor peruano considerado el padre de la música criolla peruana. Aquí la versión de Pedro Infante acompañado por el trío Argentino.
¡Gracias Patricia por tu sugerencia!
Pues como les decía en la introducción, Patricia nos propuso una hermosa canción escrita hace casi noventa años por el grandioso compositor peruano Felipe Pinglo Alva, por muchos considerado el padre de la música criolla peruana. De hecho, en Perú como en toda América Latina, el nombre de Pinglo se asocia con frecuencia al vals criollo peruano, con un trabajo de guitarra sofisticado y las letras que a menudo hablan sobre un amor perdido o de la Lima de antaño. Aquí les presento la versión cantada por Pedro Infante quien fue uno de sus mejores intérpretes. Este hermoso tema fue utilizado como base musical para la película mexicana del mismo nombre en 1952.
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Felipe Pinglo Alva
Felipe Pinglo Alva nació en 1899 en Lima, Perú. A corta edad quedó huérfano y vivió gran parte de su juventud con sus tías que lo criaron. Fue muy aficionado a la lectura, actividad considerada fundamental para formarse como compositor pues complementaba sus conocimientos literarios con el talento natural que poseía como músico. Esta combinación facilitó la creación de canciones exitosas durante una época de mucha competencia con la música que llegaba del exterior. Mientras trabajaba como empleado en una imprenta, Pinglo empezó a componer y frecuentar a los músicos criollos de aquel entonces. También empezó a ganar algo de dinero entonando canciones que había escuchado tocando a las bandas militares locales en la plaza central. En 1917, a la edad de 18 años, Pinglo produjo su primer vals, "Amelia", que inmediatamente se convirtió en una canción popular. Además de haber sido futbolista, trabajó como comentarista deportivo para algunas revistas limeñas.
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A partir de su éxito "Amelia" se empezó a dedicar más tiempo a la música logrando componer más de 300 canciones. Trató a toda costa de impulsar la música local peruana, creando el movimiento musical criollo, el cual tuvo influencia en toda América Latina a lo largo del siglo pasado. Sus canciones han sido interpretadas por notables artistas de todas las generaciones y nacionalidades, entre los que destacan: Los Panchos, Los Embajadores Criollos, Julio Jaramillo, Vicente Fernández, Mercedes Sosa, Los Morochucos, Los Troveros Criollos y por supuesto el gran Pedro Infante. Entre las canciones más emblemáticas de Pinglo se encuentran: "El Plebeyo", "El huerto de mi amada", "El canillita", "El espejo de mi vida", "Sueños de Opio", "Jacobo el Leñador", "Oración del Labriego", "Pasión y Odio", etc. Muchas de las obras musicales de Felipe Pinglo llevaban un mensaje social, el cual nunca fue bien visto por los gobiernos de tendencia absolutista de esa época. Algunas de sus canciones como "El Plebeyo", "El Canillita", "Mendicidad", entre otras, fueron censuradas para evitar que sus mensajes llegaran al pueblo. El maestro Pinglo murió en 1936 cuando apenas tenía 37 años debido a una complicación médica.
El Plebeyo
Entre todas las composiciones de Felipe Pinglo, sin duda, el vals "El Plebeyo" es el que logró mayor popularidad. Fue cantada por primera vez en un teatro del Callao en 1930. La canción habla de Luis Enrique, un muchacho que encontró dificultad para ser aceptado en la familia de su enamorada debido a que pertenecía a una clase social inferior. La familia de ella no permitía esa relación debido a una infamante ley social, ya que los dos enamorados habían vivido en hogares, escuelas, entornos que no tenían nada que ver entre sí por sus diferentes orígenes sociales.
Un pretendiente "peligroso"
Se dice que el maestro Pinglo probablemente se inspiró para escribir este tema en un drama vivido por él mismo entre los años 1921 y 1923, en los cuales vivió un romance con la hija de un rico industrial italiano. Al enterarse el padre de la chica de la existencia de un pretendiente plebeyo, la envió a vivir con sus abuelos en Italia para alejarla del "peligro".
"Mi sangre aunque plebeya también tiñe de rojo…"
Independientemente de que la historia de ese romance con la hija de un rico industrial italiano haya sido la inspiración de la canción o no, Felipe Pinglo exponía con su canto un verdadero drama social que siempre ha existido en todo el mundo: Un plebeyo se enamora de una aristócrata y al ser rechazado por la familia se da cuenta que su persona no vale igual en la sociedad a pesar de que su sangre también tiñe de rojo como las demás. El maestro Pinglo reprochaba en su canción contra esa injusta "infamante ley social" que denigra al plebeyo como ser humano considerándolo sin valor. Tal vez esta fue la razón por la cual la aristocracia a través de su historia quiso cambiar el color de su sangre por el azul, de tal manera que la realeza no pudiera mezclarse con la plebe por incompatibilidad sanguínea ...
"Señor, ¿por qué los seres no son de igual valor?"
Todos sabemos que el verdadero amor no pasa a través de una cuenta bancaria llena o semivacía. Cuando un amor sincero aparece al improviso, lo que menos se pregunta uno es si con el tiempo la relación funcionará. Sin embargo, cuando hay mucho dinero de por medio, la relación con la otra familia se complica. Detrás del dinero hay un mundo infinito de diferencias determinadas por el estatus social, hábitos y educación. Tarde o temprano la familia rica creará una sensación de insuficiencia en el matrimonio entre un(a) noble y un(a) simple asalariado(a). Se empieza con competencias y se termina con chantajes, vergüenza y degradación de la pareja. Es difícil superar todas estas barreras impulsados sólo por la fuerza de sus sentimientos, aunque se sabe que han existido casos de parejas que lo han logrado... al menos en las telenovelas mexicanas...
"Amar no es un delito porque hasta Dios amó"
Al parecer, en la canción del maestro Pinglo como en la vida real, la ley de Dios no es igual a la ley del hombre: en la primera el amor se considera un don, una gracia especial, mientras que en la segunda algunas veces se considera un delito…
Acróstico dedicado a Felipe Pinglo Alva después de su muerte
Buscando información sobre el maestro Felipe Pinglo, encontré un poema muy emotivo que oculta su nombre formado con las letras iniciales de cada verso, leídas verticalmente. El acróstico fue escrito por Augusto Ballón Muñoz, gran amigo de Felipe Pinglo y además uno de sus mejores intérpretes. El poema fue publicado en La Lira Limeña al poco tiempo del fallecimiento del maestro, teniendo como introducción unas palabras de Augusto Ballón que dicen: “Acróstico que como postrer homenaje dedico a mi querido recordado amigo Felipe Pinglo Alva.”
CRUEL DESTINO
Finalizó con tu muerte mi creencia
En pensar que Dios es bondadoso
Lograré consuelo con paciencia
Invocando por mi amigo cariñoso
Porque lo quise como quiero mi existencia
En los momentos de paz y de reposo.
Punzante herida dejas en mi pecho
Imposible de poder cicatrizar
Nadie curará lo que tú has hecho
Gusano que vives solo de matar
Las hojas de un precioso helecho
Ofrendadas al mundo en forma de un altar.
Adiós tan solo puedo decirle
Luchando por no llorar
Valor inmenso de tus amigos
Allá la gloria tú has de encontrar.
En pensar que Dios es bondadoso
Lograré consuelo con paciencia
Invocando por mi amigo cariñoso
Porque lo quise como quiero mi existencia
En los momentos de paz y de reposo.
Punzante herida dejas en mi pecho
Imposible de poder cicatrizar
Nadie curará lo que tú has hecho
Gusano que vives solo de matar
Las hojas de un precioso helecho
Ofrendadas al mundo en forma de un altar.
Adiós tan solo puedo decirle
Luchando por no llorar
Valor inmenso de tus amigos
Allá la gloria tú has de encontrar.
Les dejo aquí este maravilloso vals cantado por Pedro Infante acompañado por el trío Argentino. Espero que lo disfruten. Gracias.
Canción y letra de: "El Plebeyo"
El Plebeyo
La noche cubre ya con su negro crespón
De la ciudad las calles que cruza la gente
Con pausada acción
La luz artificial con débil proyección
Propicia la penumbra que esconde en su sombra
Tristeza y traición
Después de laborar vuelve a su humilde hogar
Luis Enrique el plebeyo el hijo del pueblo
El hombre que supo amar
Y que sufriendo va esta infamante ley
De amar a una aristócrata siendo un plebeyo él.
Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano tiene algo de divino
Amar no es un delito porque hasta Dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
El alma en que se anida mi incomparable amor
Ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
No es distinta la sangre ni es otro el corazón
Señor, ¿Por qué los seres no son de igual valor?
Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano tiene algo de divino
Amar no es un delito porque hasta dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
El alma en que se anida mi incomparable amor
Ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
No es distinta la sangre ni es otro el corazón
Señor, ¿Por qué los seres no son de igual valor?
La noche cubre ya con su negro crespón
De la ciudad las calles que cruza la gente
Con pausada acción
La luz artificial con débil proyección
Propicia la penumbra que esconde en su sombra
Tristeza y traición
Después de laborar vuelve a su humilde hogar
Luis Enrique el plebeyo el hijo del pueblo
El hombre que supo amar
Y que sufriendo va esta infamante ley
De amar a una aristócrata siendo un plebeyo él.
Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano tiene algo de divino
Amar no es un delito porque hasta Dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
El alma en que se anida mi incomparable amor
Ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
No es distinta la sangre ni es otro el corazón
Señor, ¿Por qué los seres no son de igual valor?
Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano tiene algo de divino
Amar no es un delito porque hasta dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
El alma en que se anida mi incomparable amor
Ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
No es distinta la sangre ni es otro el corazón
Señor, ¿Por qué los seres no son de igual valor?