Y se llama PerĆŗ
Compositor: Augusto Armando Polo Campos; Canta Arturo Cavero
Artículo escrito por Patricia Gutiérrez Pesce
Augusto Armando Polo Campos
Nació en la sierra del Perú, en Ayacucho y cuando tenía apenas un año de edad, su familia se trasladó a la capital peruana. Vivió durante toda su infancia en el Rimac, uno de los más antiguos y tradicionales distritos de Lima Metropolitana. Nadie se imaginó que poseyera un don innato que lo llevaría a desarrollar un grande talento para la música en manera autodidacta a pesar de que él nunca aprendió a tocar un instrumento musical. Además, desde muy pequeño descubrió tener una particular facilidad para crear versos y las rimas. A la casa de sus padres acudían artistas y cantantes, y las noches de jarana junto con ellos, nutrieron su creatividad e hicieron crecer aun más su sensibilidad por su patria. Sus canciones dedicadas a la patria han estremecido (y hasta ahora estremecen) a todos los que las escuchan.
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No sólo las componía sino también las interpretaba con su inconfundible voz, potente, melodiosa y al mismo tiempo profunda, la que le dio aun más fama y reconocimiento internacional. Con estas cualidades muy pronto se convirtió en un prolífico compositor, así como en un exitoso cantautor siendo considerado el mejor representante de la canción criolla peruana. Debutó con importantes conjuntos de música criolla: su despegue hacia la fama lo hizo con Los Troveros Criollos, en la década siguiente con Los Morochucos y en los años 70s inició su periodo de mayor éxito con “Cariño Malo” y “Cariño Bonito” pero esto sería sólo el inicio de sus éxitos. En 1983 fue galardonado por la OEA con el título de “Patrimonio de las Américas”, al lado de Jesús Vásquez, Luis Abanto Morales, Óscar Avilés y Arturo “Zambo” Cavero: integrantes de una inigualable generación de compositores que con genialidad y corazón crearon poemas musicales acerca del Perú en los que describían con emoción y fervor sus costumbres de antaño, sus riquezas y las cualidades de su gente. Nuestro símbolo de la canción criolla nos dejó en enero del 2018 a la edad de 85 años.
Y se llama Perù....
La historia del nacimiento de esta canción es muy peculiar: se concibió durante el gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada del general de Juan Velasco Alvarado. El mismo Velasco pidió a Augusto Polo Campos que compusiera una canción que enseñe al pueblo a querer y a alentar a su país ¡Y Polo Campos lo hizo con lustres! La canción (yo diría un poema musical) nació justo antes de que el Perú se enfrentara durante la clasificación del Mundial de Alemania 1974, contra su eterno rival futbolístico, el Chile.
A través de la letra de la canción se exalta con pasión y amor las características que hacen único a nuestro país; cada estrofa reitera las cualidades de nuestra grandiosa nación: sus riquezas y generosidad (atesoran sus playas, las riquezas pesqueras... La montaña en sus venas, guardan el petróleo...Y la tierra serrana, nos da a manos llenas, el acero y el pan), su historia (mi nación que luchando, rompió las cadenas, de la esclavitud... Es la tierra del Inca.......), su belleza innata (Y es que Dios a la gloria, le cambio de nombre, y le puso Perú...) reflejando un profundo respeto y fervor por el blanquirojo de la bandera del Perú (.... pues mi raza peruana, con la sangre y el alma, pintó los colores de mi pabellón).
En una de las metáforas “...la nieve perpetua es bandera de paz”, el compositor transmite con profunda sensibilidad que la blancura de la nieve de los Andes de nuestro país es tan apacible como el blanco de la bandera de paz.
Al final de la canción, para magnificar los atributos de nuestro país, desglosa a manera de acróstico cada una de las letras del Perú y le atribuye a cada una las diferentes características que refuerzan más el sentimiento de identidad nacional.
Tema conmovedor y fuertemente nacionalista que se ha convertido prácticamente en el himno de peruanidad. Es la primera melodía que se te viene a la mente cuando piensas en el Perú y a la que no puedes evitar que te haga un nudo en la garganta a pesar de haberla escuchado decenas de veces. Esta hermosa canción metafórica es un himno a la identidad nacional y al amor que sentimos por nuestra patria con la cual nos identificamos como peruanos, más aun cuando vivimos en tierras lejanas. Fue interpretada por la voz inigualable de Arturo Cavero (mejor conocido como el “zambo Cavero” y acompañada con la mágica guitarra de Óscar Avilés. Sucesivamente ha sido interpretada y cantada por diversos artistas peruanos. Recientemente, en el 2012, ha sido interpretada por los músicos y el coro “Gracias” de la sinfónica de Japón con motivo del World Camp en Perú. |
Los invito a escuchar conmigo el que casi se ha convertido en el himno del Perú:
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Y se llama Perú
Cosechando mis mares,
sembrando mis tierras,
quiero más a mi patria.
Mi nación que luchando,
rompió las cadenas,
de la esclavitud.
Es la tierra del Inca,
que el sol ilumina
porque Dios lo manda.
Y es que Dios a la gloria
le cambio de nombre,
y le puso Perú.
Atesoran sus playas
las riquezas pesqueras
de mi mar soberano.
Y en la sierra bravia,
la nieve perpetua
es bandera de paz.
La montaña en sus venas,
guardan el petróleo
de nuestro mañana.
Y la tierra serrana,
nos da a manos llenas
el acero y el pan.
Y se llama Perú,
con P de patria,
la E del ejemplo,
la R del rifle,
la U de la unión.
Yo me llamo Perú,
pues mi raza peruana,
con la sangre y el alma
pintó los colores de mi pabellón.
Yo tambiém me llamo Perù
con P de patria,
la E del ejemplo,
la R del rifle,
la U de la unión.
Yo me llamo Perú,
pues mi raza peruana,
con la sangre y el alma
pintó los colores de mi pabellón.
(bis)
Cosechando mis mares,
sembrando mis tierras,
quiero más a mi patria.
Mi nación que luchando,
rompió las cadenas,
de la esclavitud.
Es la tierra del Inca,
que el sol ilumina
porque Dios lo manda.
Y es que Dios a la gloria
le cambio de nombre,
y le puso Perú.
Atesoran sus playas
las riquezas pesqueras
de mi mar soberano.
Y en la sierra bravia,
la nieve perpetua
es bandera de paz.
La montaña en sus venas,
guardan el petróleo
de nuestro mañana.
Y la tierra serrana,
nos da a manos llenas
el acero y el pan.
Y se llama Perú,
con P de patria,
la E del ejemplo,
la R del rifle,
la U de la unión.
Yo me llamo Perú,
pues mi raza peruana,
con la sangre y el alma
pintó los colores de mi pabellón.
Yo tambiém me llamo Perù
con P de patria,
la E del ejemplo,
la R del rifle,
la U de la unión.
Yo me llamo Perú,
pues mi raza peruana,
con la sangre y el alma
pintó los colores de mi pabellón.
(bis)