PETRA... más que una maravilla
Por Emi Mendoza
Gentiles lectores, para nuestra sección “háblame de un lugar”, tengo para contarles un hermoso viaje que hicimos a la ciudad de Petra, uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del mundo. Petra se encuentra en Jordania, a unos 250 km al sur de su capital, Amman, y a unos 80 km al sudeste del mar Muerto. Un grupo de quince paseantes, entre amigos y parientes, organizamos una visita turística a este lugar histórico, decididamente maravilloso.
Petra, la ciudad rosa del desierto
Petra es una localidad donde se combinan increíbles características geológicas, culturales y arqueológicas. Debido al color de sus rocas, a Petra también se le conoce como "la ciudad rosa del desierto”. Los monumentos y edificios que la conforman están tallados en las rocas. Sí, es una ciudad que está literalmente excavada y esculpida en ellas. Al atardecer, la luz del sol acentúa el color rosado de las construcciones esculpidas en los peñascos… ¡Impresionante! Los nabateos, los antiguos habitantes, enterraban a sus muertos usando tumbas como si fueran palacios reales, una especie de mausoleos que tallaban sobre las laderas de las montañas. Salvo algunos edificios construidos utilizando ladrillos de adobe, en lugar de excavarlos en la roca, los árabes nabateos esculpieron perfectamente la ciudad en sus montañas. De hecho, el nombre de Petra proviene del griego que significa piedra, dado para enfatizar que la ciudad fue excavada y esculpida en la piedra.
Capital del antiguo reino Nabateo
No se sabe con certeza cuándo se fundó Petra, pero se calcula que el primer asentamiento fue llevado a cabo por los edomitas hacia el final de siglo VII a. C. Después, Petra fue poblada en el siglo VI a. C. por los nabateos, tribu de comerciantes nómadas que la hicieron prosperar aprovechando la ruta comercial de las caravanas que transportaban especias y otros productos importantes. Por su ubicación estratégica, se le consideró el enlace comercial más importante de la época entre Arabia, Siria y el norte de África y del medio Oriente con China y con el corazón de Europa. Se piensa, que en pleno apogeo de la civilización Nabatea, hacia el siglo II d. C., en esta ciudad vivían unos 20 mil habitantes. En aquel entonces, esta ciudad era conocida con el nombre de “Raqmu”. Posteriormente, la ciudad rosa fue ocupada por los romanos, y más tarde por los bizantinos, quienes añadieron características típicas de sus culturas como templos, un anfiteatro, una gran avenida con columnas y algunas iglesias. Además de cambiar su nombre por el de Petra, en esa época se comenzaron a construir edificios y se realizaron las conocidas fachadas que evocan templos griegos que fueron ostentosamente decorados con piedra traída de tierras lejanas. La ciudad continuó prosperando hasta que fue afectada por los cambios en las rutas comerciales llevándola al desastre económico. Asimismo, se dice que un terremoto destruyó gran parte de la ciudad en el siglo IV d.C. provocando su abandono.
Redescubrimiento de la ciudad perdida
Tras el colapso económico y los desastres naturales sufridos, la ciudad de Petra quedó olvidada por muchos años. Los únicos habitantes en quedarse fueron los beduinos de la zona. Durante todos esos años, en Occidente se le conocía como “la ciudad perdida” a esa comarca rosa, ya que se sabía de su existencia pero nadie sabía con precisión dónde se encontraba. Fue a principios del siglo XIX que Petra fue “redescubierta” gracias a un explorador suizo. Desde entonces el interés por esta ciudad en ruinas resurgió y hoy en día es uno de los principales puntos de mayor atracción turística de Jordania.
Entrada al sitio
Apenas entrando al sito arqueológico ya se pueden apreciar enormes monumentos en ruinas. A ambos lados de la calle que desciende zigzagueando se observan varios de ellos. Ahí está la casa de Djinn (casa del espíritu) construida en el siglo I d.C. No se sabe exactamente su función, pero se cree que albergaba tumbas o lugares destinados a adorar a algunas deidades.
También se puede observar la Tumba del Obelisco, un monumento funerario coronado por cuatro obeliscos. Estas columnas revelan una influencia artística egipcia en su arquitectura. Sin embargo, entre los obeliscos se ve un nicho con una estatua en bajo relieve que es una representación simbólica de las cinco personas enterradas allí y cuya construcción muestra elementos artísticos grecorromanos. La tumba fue construida encima de una estructura muy antigua que se conoce con el nombre de triclinium, una estancia destinada a comedor donde se celebraban banquetes para conmemorar a los difuntos. Estos edificios se encuentra hoy muy desgastados por efectos de la intemperie.
El cañón del Siq
El Siq es la entrada principal a la antigua ciudad de Petra. Esta formada por un estrecho desfiladero cuyos puntos más angostos llegan a tener menos de 3 metros de ancho y sus paredes alcanzan una altura de casi 200 m. El cañón del Siq es una falla natural provocada por ondas sísmicas que dividieron la montaña en dos. Luego, el torrente de agua contribuyó a diseñar el camino serpenteado que actualmente tiene y los vientos dejaron lisas las altas paredes mediante la erosión. El resto fue tallado por los nabateos. Desde su fundación, Petra tuvo en esta angosta cañada su mejor protección contra las invasiones, favoreciendo también el paso obligado de las caravanas.
Personalmente encuentro a este pasaje como la parte más atractiva y apasionante de todo el sitio arqueológico. Entramos a ese pasaje sinuoso y obscuro que se forma entre esas dos altas paredes y que se iban estrechando a medida que caminábamos… ¡Qué emoción!
Después de caminar más de un kilómetro siguiendo el serpenteo del Siq, finalmente llegamos al momento esperado: ahí estaba... luego de una última curva entreveíamos un pedacito de El Tesoro, el monumento que representa la obra maestra de la ciudad antigua. Al improviso quedamos asombrados al entrever ese edificio que asomaba en fondo a la salida. El oscuro pasaje termina desembocando en las ruinas de la construcción más famosa de Petra.
El Tesoro (Al Khazna)
Este increíble edificio tiene una altura de 45 metros y un ancho de 30 metros. Y es increíble porque: ¡Todo el edificio está tallado en la ladera de un peñasco! Se trata del Mausoleo dedicado al rey nabateo Aretas IV. Su fachada presenta elementos de estilo griego, decorado complejamente con capiteles, frisos y figuras corintias. El nombre insinúa la leyenda de un tesoro escondido. El Tesoro está coronado por una urna funeraria, que según la leyenda local, oculta el tesoro de un faraón. Aunque la función original sigue siendo un misterio, la excavación más reciente aquí ha demostrado que debajo del Tesoro hay tumbas.
En la película Indiana Jones y la última cruzada de Steven Spielberg, la fachada del Tesoro de Petra fue utilizada como escenario, aunque el interior, donde se supone que se encontraba el Santo Grial, fue creado artísticamente.
En la película Indiana Jones y la última cruzada de Steven Spielberg, la fachada del Tesoro de Petra fue utilizada como escenario, aunque el interior, donde se supone que se encontraba el Santo Grial, fue creado artísticamente.
Otros sepulcros, el teatro y la calle columnada
Las tumbas de Petra son particulares ya que muchas de ellas están adornadas en sus fachadas con frisos, columnas y esculturas de estilo griego que las hacen asemejar más a palacios que a sepulcros. Algunas otras tienen un aspecto más sencillo o rústico, pero quizá se deba a la constante erosión sufrida por los efectos de la intemperie y por los años de abandono. En el interior a las tumbas, los techos y paredes muestran el perfil de la roca tallada con vetas de diferentes tonalidades entre rojizo y rosado que decoran los muros. Las aberturas cuadradas o redondeadas de las tumbas siempre abiertas dejan pasar libremente al viento que acarrea la arena del desierto y a las centenas de turistas que contribuyen lentamente también a su deterioro.
La tumba de la Urna es una de las tumbas reales. Fue transformada Iglesia durante la ocupación bizantina. Desde su patio se observa la calle Columnada, la cual evidencia una arquitectura de fuerte influencia romana. Hay un monasterio, restos de iglesias y muchos otros monumentos.
La tumba de la Urna es una de las tumbas reales. Fue transformada Iglesia durante la ocupación bizantina. Desde su patio se observa la calle Columnada, la cual evidencia una arquitectura de fuerte influencia romana. Hay un monasterio, restos de iglesias y muchos otros monumentos.
Monte Nebo, lugar con significado religioso
En nuestro desplazamiento de la ciudad Amann a la ciudad de Petra, hicimos una breve pausa a mitad de camino. Descendimos del autobús para visitar el Monte Nebo, un pico de unos 800 metros situado al oeste de Jordania. Este monte es considerado un lugar sagrado pues, según un capítulo de la biblia, Moisés vio la tierra prometida desde su cima. Recientemente, en el año 2000, el Papa Juan Pablo II visitó este sitio durante su peregrinación a Tierra Santa, ya que el Monte Nebo es uno de los sitios cristianos más importantes de Jordania. En la parte más alta del monte surge el santuario memorial de Moisés que data de la época bizantina y que fue recientemente remodelado. Desde el mirador en la cima de esta montaña la vista es espectacular. Tiene un cartel donde indica las distancias aproximadas a las poblaciones más importantes. En un día claro desde ahí se alcanza a ver Jerusalén.