L'italiano (Lasciatemi cantare)
Canta Toto Cutugno
Esta canción habla del orgullo italiano y menciona cosas típicas que suceden o sucedían en el bel paese de los años ochenta. La canción se llama L’italiano (Minellono-Cutugno) y fue cantada por Toto Cutugno en el festival de Sanremo en 1983, el festival de la canción más importante en Italia.
La letra hace referencia a los spaghetti (los típicos fideos) cocinados al dente (al diente), término utilizado en lugar de ‘no demasiado cocido’. La tradición culinaria italiana considera que la forma ideal de cocción de la pasta es apenas cocida, manteniendo su firmeza. También Sandro Pertini, el entonces presidente de la República italiana, es mencionado en la letra con mucho honor, debido a que fue un combatiente por la libertad del propio país durante la segunda guerra mundial. La canción también lamenta con mucha amargura la excesiva presencia de América (Estados Unidos) en las manifestaciones públicas, como consecuencia de la gran influencia estadounidense en el país después de la guerra. En esa época, los estéreos de los autos eran extraíbles para evitar que fueran robados cuando estaban estacionados, así que se veía a los muchachos cargando sus autoradios en la mano derecha. El canario sobre la ventana es una típica imagen de las casas de borgata (de periferia). Los años ochenta marcaron el inicio de las retransmisiones de los partidos de fútbol en la televisión, las tardes de los domingos. Los partidos no eran televisados en vivo y por eso la repetición de las jugadas tenía un alto número de televidentes (con la ayuda de la moviola, las acciones de mayor polémica eran repetidas una y otra vez hasta esclarecer los hechos en medio de mil opiniones diferentes). La canción hace referencia a varios aspectos típicos de aquella Italia, entre ellos el traje azul a rayas, un símbolo de la Italia elegante; el nombre de María, muy difundido por todo el país; la gran novedad, pero que no causaba asombro, darle sabores y aromas a productos que no se comían, como la espuma de afeitar; la fe católica difundida por todo el país, que exterioriza su temor a Dios; y, por supuesto, el delicioso café ristretto (el típico café ‘corto’ se obtiene simplemente dejando fluir menos agua en la tacita, de tal manera que se extraiga solo el polvito molido que da el color obscuro a la bebida, evitando que se pierda el aroma).
Casi al final de la canción se menciona la bandera que se tiene en tintorería. Aquí habría que preguntar directamente a los autores qué querían decir con ésto, pues se puede interpretar de varias maneras. La hipótesis más apropiada es que aluda al patriotismo puro de los italinanos, probablemente orientado más a encuentros deportivos. Cabe recordar la cita atribuida a Winston Churchill: "Los italianos pierden las guerras como si fueran partidos de fútbol y los partidos de fútbol como si fueran guerras". Por último, en la letra se menciona el tradicional automóvil Fiat seicento (seicientos), muy popular entre la población de ese momento.
Es increíble que en una breve canción sean sintetizados tantos aspectos culturales e históricos de un país, pero aún más sorprendente que sean unidos armoniosamente en una hermosa música, ayudada por un estribillo pegadizo.
La letra hace referencia a los spaghetti (los típicos fideos) cocinados al dente (al diente), término utilizado en lugar de ‘no demasiado cocido’. La tradición culinaria italiana considera que la forma ideal de cocción de la pasta es apenas cocida, manteniendo su firmeza. También Sandro Pertini, el entonces presidente de la República italiana, es mencionado en la letra con mucho honor, debido a que fue un combatiente por la libertad del propio país durante la segunda guerra mundial. La canción también lamenta con mucha amargura la excesiva presencia de América (Estados Unidos) en las manifestaciones públicas, como consecuencia de la gran influencia estadounidense en el país después de la guerra. En esa época, los estéreos de los autos eran extraíbles para evitar que fueran robados cuando estaban estacionados, así que se veía a los muchachos cargando sus autoradios en la mano derecha. El canario sobre la ventana es una típica imagen de las casas de borgata (de periferia). Los años ochenta marcaron el inicio de las retransmisiones de los partidos de fútbol en la televisión, las tardes de los domingos. Los partidos no eran televisados en vivo y por eso la repetición de las jugadas tenía un alto número de televidentes (con la ayuda de la moviola, las acciones de mayor polémica eran repetidas una y otra vez hasta esclarecer los hechos en medio de mil opiniones diferentes). La canción hace referencia a varios aspectos típicos de aquella Italia, entre ellos el traje azul a rayas, un símbolo de la Italia elegante; el nombre de María, muy difundido por todo el país; la gran novedad, pero que no causaba asombro, darle sabores y aromas a productos que no se comían, como la espuma de afeitar; la fe católica difundida por todo el país, que exterioriza su temor a Dios; y, por supuesto, el delicioso café ristretto (el típico café ‘corto’ se obtiene simplemente dejando fluir menos agua en la tacita, de tal manera que se extraiga solo el polvito molido que da el color obscuro a la bebida, evitando que se pierda el aroma).
Casi al final de la canción se menciona la bandera que se tiene en tintorería. Aquí habría que preguntar directamente a los autores qué querían decir con ésto, pues se puede interpretar de varias maneras. La hipótesis más apropiada es que aluda al patriotismo puro de los italinanos, probablemente orientado más a encuentros deportivos. Cabe recordar la cita atribuida a Winston Churchill: "Los italianos pierden las guerras como si fueran partidos de fútbol y los partidos de fútbol como si fueran guerras". Por último, en la letra se menciona el tradicional automóvil Fiat seicento (seicientos), muy popular entre la población de ese momento.
Es increíble que en una breve canción sean sintetizados tantos aspectos culturales e históricos de un país, pero aún más sorprendente que sean unidos armoniosamente en una hermosa música, ayudada por un estribillo pegadizo.
Letra original |
Traducción |
Buongiorno Italia, gli spaghetti al dente. un partigiano come presidente, con l'autoradio sempre nella mano destra, un canarino sopra la finestra. |
Buenos días Italia, los espaguetis en su punto, un partisano como presidente, con el estéreo del auto siempre en la mano derecha y un canario sobre la ventana. |
Buongiorno Italia con i tuoi artisti, con troppa America sui manifesti, con le canzoni fatte con amore e cuore, con più donne sempre meno suore. |
Buenos días Italia, con tus artistas, con demasiada América en los carteles, con las canciones escritas con amor y corazón, cada vez con más mujeres menos monjas. |
Buongiorno Italia, buongiorno Maria, con gli occhi pieni di malinconia, buongiorno Dio ... sai che ci sono anch'io. |
Buenos días Italia; buenos días, María, con los ojos llenos de melancolía; buenos días, Dios, tú sabes que también yo existo. |
Lasciatemi cantare con la chitarra in mano, lasciatemi cantare una canzone piano piano. |
Dejadme cantar con la guitarra en la mano, dejadme cantar una canción muy despacio. |
Lasciatemi cantare, perché ne sono fiero: sono un italiano, un italiano vero. |
Dejadme cantar, porque estoy orgulloso: soy un italiano, un verdadero italiano. |
Buongiorno Italia che non si spaventa con la crema da barba alla menta, con un vestito gessato sul blu y la moviola la domenica in TV. |
Buenos días Italia, que no se asusta con la espuma de afeitar a la menta, con traje azul a rayas y la moviola el domingo en la televisión. |
Buongiorno Italia col caffè ristretto, le calze nuove nel primo cassetto; con la bandiera in tintoria e una Seicento giù di carrozzeria. |
Buenos días Italia, con el café extra fuerte, los calcetines nuevos en el primer cajón; con la bandera en la tintorería y un Seiscientos con la carrocería ajada. |
Buongiorno Italia, buongiorno Maria, con gli occhi pieni di malinconia, buongiorno Dio ... lo sai che ci sono anch'io. |
Buenos días Italia; buenos días María, con los ojos llenos de melancolía; buenos días, Dios, tú sabes que también yo existo. |
Lasciatemi cantare, con la chitarra in mano, lasciatemi cantare una canzone piano piano. Lasciatemi cantare, perché ne sono fiero: sono un italiano, un italiano vero. |
Dejadme cantar, con la guitarra en la mano, dejadme cantar una canción muy despacio. Dejadme cantar, porque estoy orgulloso: soy un italiano, un verdadero italiano. |