Kiosco Morisco
Artículo publicado por Emi Mendoza en la Revista El Pollo Urbano (elpollourbano.es), no. 192 del mes de Octubre de 2019.
Queridos amigos, aquí estamos de nuevo para contarles algo de nuestro México Lindo y Querido. En esta ocasión les quiero hablar de una joya arquitectónica que se encuentra en el parque central del barrio Santa María la Ribera, en la ciudad de México. Se trata del Kiosco Morisco, un templete de estilo arquitectónico mudéjar que se ha convertido en uno de los tesoros arquitectónicos más emblemáticos de la capital mexicana.
Origen y el misterio de su estilo
El kiosco fue construido por el ingeniero mexicano José Ramón Ibarrola para ser utilizado como pabellón representante de México en la Exposición Internacional de 1884 en Nueva Orleans, con la finalidad de mostrar lo mas avanzado de la tecnología mexicana de ese entonces. La fabricación de la estructura se llevó a cabo en una fundería de Pittsburgh, en Estados Unidos y de ahí fue transportado al lugar de la exposición. Algunos años más tarde, la estructura fue trasladada a San Louis Missouri para ser utilizada nuevamente como pabellón mexicano en la Feria de ese lugar en 1904. Quedará para siempre como un misterio el motivo de representar un pabellón mexicano utilizando un estilo arquitectónico poco mexicano.
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Llegada a México
A su llegada a México, muy pocas personas conocían el verdadero origen del kiosco, dando inicio a la divulgación de rumores entre la población de que éste había sido un regalo de un jeque o que la estructura, con ese estilo “extraño”, provenía de China. Independientemente de cómo haya surgido la idea de construir esta fastuosa obra con un estilo arquitectónico mudéjar, el propósito de su construcción está bien documentado y fue el de servir como pabellón. Después de cumplir sus funciones como tal, el kiosco fue trasladado a México para ser instalado provisoriamente en el parque de la Alameda Central de la ciudad de México en 1906. Ahí cumplió la breve misión de ser la sede de los sorteos de la Lotería Nacional. En 1910, como parte de los festejos del centenario de la independencia de México, el presidente Porfirio Díaz dio la orden de construir el Hemiciclo a Juárez, un colosal monumento para honrar al expresidente mexicano Benito Juárez. Para abrir espacio al nuevo monumento, el kiosco “itinerante” tuvo que ser trasladado nuevamente, esta vez para encontrar finalmente su hogar definitivo en el parque de la Alameda de Santa María la Ribera donde hasta la fecha los vecinos se jactan de poseer esta magnífica pieza arquitectónica.
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Estructura prefabricada y desarmable
La armadura metálica que sustenta la edificación exhibe varios arcos y columnas llamativos con decoraciones que recuerdan sobre todo el estilo mudéjar de la Península Ibérica. La estructura del kiosco está completamente hecha de hierro forjado rematada por una cúpula de vidrio en la parte superior. La gran característica distintiva del kiosco es su forma octagonal. Todo el techado es sostenido por 44 pilares externos y 8 internos debidamente decorados con patrones geométricos. Su elaboración precisó un trabajo minucioso y paciente para crear una variedad infinita de detalles, pero manteniendo una armonía general de diseño realmente asombrosa. Se sabe que el arte morisco no considera imágenes de humanos en sus diseños manteniendo delineaciones geométricas de inspiración islámica. La parte más alta del techo se corona con un águila en bronce al centro de la delicada cúpula de vidrio. Al parecer, la estructura original estaba cubierta por grandes vitrales que lo hacían un espacio cerrado. Sin embargo, durante los traslados y trabajos de mantenimiento fue perdiéndolos transformándose en un ambiente abierto como se ve en la actualidad.
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Punto de reunión de vecinos y visitantes
Actualmente este hermoso monumento al arte es el ícono del barrio de Santa María la Ribera. Según se dice, fueron los residentes de ese barrio a pedir que fuera instalado ahí cuando se quedó sin hogar. Gracias a esa petición, los residentes de la colonia disfrutan de la presencia de esta increíble obra de arte. Actualmente el kiiosco es un punto de encuentro donde los vecinos y otros visitantes se reúnen para recibir lecciones de baile, artes marciales o simplemente para presenciar actos y eventos artísticos.
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