Hola familia y amigos, aquí reportándome (19 de Marzo 2020)
Aquí estoy nuevamente reportándome con todos ustedes. Gracias por vuestras palabras de gran solidaridad.
Con gran pesar les comunico que a distancia de más de una semana que entró en vigor en Italia el decreto de “todos en casa”, hasta ahora no han disminuido los contagios y ayer fue el record de muertos en un solo día, 475. Según el periódico La Repubblica de ayer, decía que ni China tuvo tantos muertos en un solo día.
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Desafortunadamente, la lista de personas que dan positivo por Coronavirus se está haciendo más larga no obstante ya se haya cumplido más de una semana del decreto que prohibía la libre circulación de la gente por la calle. Las autoridades continúan a invitar por medio de mensajes por radio y tv todo el día a los ciudadanos a cumplir con la ordenanza de evitar desplazamientos innecesarios.
Italia tiene una población estimada de 60 millones de habitantes. Como se dice a menudo, cada cabeza es un mundo. O sea que imagínense la cantidad de modos de reaccionar que existen. Mientras que unos viven en el pánico y sienten la enfermedad sin tenerla, hay otros que no les importa nada y hacen de su vida un “comino”. Van y vienen por todas partes sin tener una necesidad, como desafiando al mundo.
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Afortunadamente, la gran mayoría esta respondiendo bien y solo para ir a trabajar, los que no pueden dejar de hacerlo o si tienen una cosa muy importante que hacer, salen con las debidas precauciones y regresan inmediatamente a casa. No hay negocios abiertos, no hay nada que no sea comida o actividades críticas que no pueden esperar. Sin embargo, siempre hay alguno que sale a pasear con sus cuates o, peor aún, organizar fiestas en casa.
Yo no soy experto y no me permitiría dar consejos mas que el quedarse en casita. Lo que digo aquí es solo mi opinión. Cada uno se debe ir formando sus ideas al respecto. Hay demasiada información que desinforma. Yo recibo mensajes por correro, WhatsApps, charlas al teléfono, en el radio, tv. Algunos de ellos con mensajes con soluciones incoherentes que solo confunden. Unos dicen que tomando agua cada 20 minutos el virus se resbala. Otros que las bebidas calientes con limón asustan al bicho. Otros dicen que el bicho queda latente en el pavimento de la calle por 30 días. Todas esas opiniones sin ningún soporte científico solo confunden a la gente y empujan a la extrema confianza o, por el contrario, al pánico. Ahora es el momento de pensar en el distanciamiento social y lavarse las manos con frecuencia.
Según las autoridades, la principal razón de exigir a la gente de estar en casa estas semanas es porque el bicho tarda en incubarse hasta 14 días en el cuerpo de una persona sin darse cuenta. El bichito se multiplica millones de veces. Y en todo este tiempo la persona asintomática se la pasa difundiendo fácilmente las copias de esta microscópica bestia, durante todo ese periodo y sin saberlo. Se calcula (ninguno lo sabe con certeza) que cada portador sano podría contagiar otras 10 personas. Y a ese ritmo, se termina por enfermar todo el país.
El tiempo fijado en el decreto tiene la función de descubrir quién lo tiene y aislarlo, pero si no nos estamos quietos el bicho continúa su proliferación. Cabe recordar que este minúsculo parásito es un pedacito de ARN, o sea que ni siquiera tiene su ADN completo y por ese motivo no se puede multiplicar por sí solo. Necesita de otros ADN’s para fabricar su comidita y multiplicarse. No dura mas de 12 horas en el ambiente, aunque ayer leí una publicación que decía que dura hasta 9 días en superficie metálica o de plástico.
La cuestión parece fácil: para eliminarlo se necesita evitar su propagación. Si no logra otro organismo huésped (otra persona) no se propaga y muere en poco tiempo. Este fácil concepto de eliminación es casi imposible de lograrlo en la práctica, primero porque estamos en un mundo globalizado, donde la facilidad de recorrer el planeta es más fácil que antes y después porque no se puede parar todas las actividades de una comunidad. Hay que seguir produciendo comida y no se puede parar la vigilancia ni el servicio médico. Hay ciertas actividades que no se pueden suspender y además cada cabeza la piensa en manera diferente como lo demuestran muchísimas denuncias de los carabinieri en Italia en estos días por desobedecer el mandato. Por lo tanto, debemos minimizar los contactos, con las recomendaciones habituales: quedarse en casa si está enfermo, reducir los contactos cercanos con otras personas, cubrirse si alguien estornuda o tose y lavarse las manos regularmente.
Las autoridades italianas esperan que el pico de la infección por coronavirus sea la próxima semana, en la que alcance entre 30 y 40 mil casos. Pero la batalla contra el coronavirus no terminará cuando se logren “cero infecciones más”. Habrá que esperar a los países vecinos (España, Francia, etc.), pues éstos empezaron semanas después con las suspensiones de aglomeraciones, por lo que habrá que esperar a que logren el pico ellos antes de poder decir si se recomienzan las actividades normalmente, pues si ellos todavía están en la etapa exponencial de crecimiento nos podrían mandar de nuevo el bichito. El virus podría regresar, no se puede bajar la guardia. Fue un gran error de parte de los países de la Unión no haberse unido en la lucha. Cada gobierno reaccionó de manera diferente.
Por ejemplo, la política de coronavirus adoptada por Boris Johnson, primer ministro británico, fue muy drástica contra sus conciudadanos más débiles. Siempre llevan la contraria a todos. La semana pasada, Johnson quiso hacerse el nuevo Darwin, propuso una especie de selección natural como una solución al coronavirus, logrando una inmunidad colectiva. Según sus asesores sanitarios, el 60% de la población se enfermaría. “Aquel que tenga la edad y la fuerza para sobrevivir, continuará; los ancianos, los afectados por otras patologías, los débiles ... se quedarán en el camino… y bueno, paciencia, se seguirá sin ellos… ". Sin embargo, no fue del agrado de mucha gente y se vio obligado a cambiar ruta. Yo pienso que sus consejeros le dijeron que la estaba regando y después de un par de días cambió la estrategia, pero ya había perdido demasiado tiempo. Aunque no prohibió el cierre de negocios, recomendó que se abstuvieran de concentrarse muchas personas.
De toda la población, el “coronabicho” afecta más a los adultos mayores y casi nada a los jóvenes y niños, a menos que sean recién nacidos. Invade las células pulmonares destruyéndolas y provocando asfixia. Pero el microorganismo solo en parte termina por matar a la víctima. El resto lo hace el mismo organismo del paciente que en su afán por destruir a su enemigo, autogenera una cantidad enorme de sustancias venenosas, pero que resultan venenosas por la cantidad también para el paciente. En las estadísticas, el hombre resulta más propenso al ataque que la mujer, pues el 70% de los enfermos graves son del género masculino.
Según las autoridades, la principal razón de exigir a la gente de estar en casa estas semanas es porque el bicho tarda en incubarse hasta 14 días en el cuerpo de una persona sin darse cuenta. El bichito se multiplica millones de veces. Y en todo este tiempo la persona asintomática se la pasa difundiendo fácilmente las copias de esta microscópica bestia, durante todo ese periodo y sin saberlo. Se calcula (ninguno lo sabe con certeza) que cada portador sano podría contagiar otras 10 personas. Y a ese ritmo, se termina por enfermar todo el país.
El tiempo fijado en el decreto tiene la función de descubrir quién lo tiene y aislarlo, pero si no nos estamos quietos el bicho continúa su proliferación. Cabe recordar que este minúsculo parásito es un pedacito de ARN, o sea que ni siquiera tiene su ADN completo y por ese motivo no se puede multiplicar por sí solo. Necesita de otros ADN’s para fabricar su comidita y multiplicarse. No dura mas de 12 horas en el ambiente, aunque ayer leí una publicación que decía que dura hasta 9 días en superficie metálica o de plástico.
La cuestión parece fácil: para eliminarlo se necesita evitar su propagación. Si no logra otro organismo huésped (otra persona) no se propaga y muere en poco tiempo. Este fácil concepto de eliminación es casi imposible de lograrlo en la práctica, primero porque estamos en un mundo globalizado, donde la facilidad de recorrer el planeta es más fácil que antes y después porque no se puede parar todas las actividades de una comunidad. Hay que seguir produciendo comida y no se puede parar la vigilancia ni el servicio médico. Hay ciertas actividades que no se pueden suspender y además cada cabeza la piensa en manera diferente como lo demuestran muchísimas denuncias de los carabinieri en Italia en estos días por desobedecer el mandato. Por lo tanto, debemos minimizar los contactos, con las recomendaciones habituales: quedarse en casa si está enfermo, reducir los contactos cercanos con otras personas, cubrirse si alguien estornuda o tose y lavarse las manos regularmente.
Las autoridades italianas esperan que el pico de la infección por coronavirus sea la próxima semana, en la que alcance entre 30 y 40 mil casos. Pero la batalla contra el coronavirus no terminará cuando se logren “cero infecciones más”. Habrá que esperar a los países vecinos (España, Francia, etc.), pues éstos empezaron semanas después con las suspensiones de aglomeraciones, por lo que habrá que esperar a que logren el pico ellos antes de poder decir si se recomienzan las actividades normalmente, pues si ellos todavía están en la etapa exponencial de crecimiento nos podrían mandar de nuevo el bichito. El virus podría regresar, no se puede bajar la guardia. Fue un gran error de parte de los países de la Unión no haberse unido en la lucha. Cada gobierno reaccionó de manera diferente.
Por ejemplo, la política de coronavirus adoptada por Boris Johnson, primer ministro británico, fue muy drástica contra sus conciudadanos más débiles. Siempre llevan la contraria a todos. La semana pasada, Johnson quiso hacerse el nuevo Darwin, propuso una especie de selección natural como una solución al coronavirus, logrando una inmunidad colectiva. Según sus asesores sanitarios, el 60% de la población se enfermaría. “Aquel que tenga la edad y la fuerza para sobrevivir, continuará; los ancianos, los afectados por otras patologías, los débiles ... se quedarán en el camino… y bueno, paciencia, se seguirá sin ellos… ". Sin embargo, no fue del agrado de mucha gente y se vio obligado a cambiar ruta. Yo pienso que sus consejeros le dijeron que la estaba regando y después de un par de días cambió la estrategia, pero ya había perdido demasiado tiempo. Aunque no prohibió el cierre de negocios, recomendó que se abstuvieran de concentrarse muchas personas.
De toda la población, el “coronabicho” afecta más a los adultos mayores y casi nada a los jóvenes y niños, a menos que sean recién nacidos. Invade las células pulmonares destruyéndolas y provocando asfixia. Pero el microorganismo solo en parte termina por matar a la víctima. El resto lo hace el mismo organismo del paciente que en su afán por destruir a su enemigo, autogenera una cantidad enorme de sustancias venenosas, pero que resultan venenosas por la cantidad también para el paciente. En las estadísticas, el hombre resulta más propenso al ataque que la mujer, pues el 70% de los enfermos graves son del género masculino.
Con mucha tristeza leí que el “coronabicho” se desplazó a toda Latinoamérica. Ya está en México, en Brasil, Argentina, Perú. El único país que no lo tenía era Uruguay, pero desgraciadamente por un descuido ya se difundió también ahí. Como lo decía, en un mundo globalizado se esperaba que eso sucediera tarde o temprano. Ahora hay que empezar a cambiar poco a poco nuestros hábitos, como se cambió por acá. No doy consejos a nadie, solo digo como se cambió. Los besitos, los saludos de mano y los abrazos fuera de la familia se acabaron. Por algo se tendrá que empezar.
Ahora les cuento algo personal. Estoy chambeando desde mi casa. La silla y la mesa no son tan cómodas como mi escritorio en mi oficina, pero tampoco estoy trabajando sobre una piedra. Y como pueden ver en la foto, tengo “quemacocos” instalado. Hace todavía frio, pero el solecito suavemente me golpea a mediodía. Hay muchas desventajas respecto a mi oficina, la compu es mas lenta y no tengo a la mano todo el material que necesito, pero tengo otras ventajas, como la cocina cerca y cada vez que me entran las ansias la visito para devorar algunas golosinas o simplemente un café.
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Por lo que respecta mi pueblito y mi provincia, hasta hace unos días los casos confirmados eran muy poquitos. La ciudad cabecera y algunos otros pueblitos con casos aislados y bajo control. Pero en el otro lado de Lombardía, la ciudad de Bérgamo, entre otras, está pasando momentos de verdadero drama con tantos enfermos graves y muchísimos muertos. En mi pueblito no se ha registrado ningún caso, pero nos avisaron que un colega del instituto resultó positivo.
El cambio de mi rutina modificó mi condición física. Lo primero que suspendimos fueron los partidos de futbol y los entrenamientos. Después del trabajo, yo jugaba dos partiditos de fut a la semana, martes y viernes. Además, soy coordinador del equipo de soccer femenil del instituto y los dos días de la semana dedicados a los entrenamientos con las chicas también se suspendieron. Yo estaba por organizar el 11 de marzo un mini torneo femenil: “Mimosa cup”, para celebrar la semana de la mujer. Me llegaron las camisetas para las muchachas, pero tuvimos que cancelar. Lo que nos dio tiempo de realizar fue un mini torneo de fut para despedir a un querido colega que cambió sede de trabajo a Bruselas. Contribuyó mucho para el fut del instituto durante varios años. El 18 de febrero fue el último evento deportivo, hace ya un mes. Mis paseos por la orilla del lago los sábados y domingos los suspendí. En este mes, ya subí un kilo y medio y no se sabe hasta cuando podremos jugar otra vez.
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Mis planes a mediano plazo cambiaron. Por ejemplo, había dejado algunos días de vacaciones para ir en este mes a Aguascalientes a visitar a mi prima Alma y festejar con ella sus 90 años, pero con todo este problema que hubo podré solo mandarle un beso y un abrazo por teléfono.
Bueno, pues ya los tendré informados la próxima semana de como se desarrollen las cosas por acá y esperando con todo mi corazón que este problema no se difunda por allá.
Los quiero y los recuerdo.
EmiMendoza
Bueno, pues ya los tendré informados la próxima semana de como se desarrollen las cosas por acá y esperando con todo mi corazón que este problema no se difunda por allá.
Los quiero y los recuerdo.
EmiMendoza
Hola familia y amigos, aquí reportándome
(9 de Marzo 2020) Hola familia y amigos que preocupados nos han preguntado cómo estamos viviendo la situación del brote epidémico en Italia. Les comento que por lo que respecta a mi familia y a nuestra provincia, la situación es tranquila. Sin embargo, no se puede decir lo mismo para las provincias que están al otro lado de Milán, donde florece el temor de contagio debido a muchos casos registrados en esas zonas.
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Desde ayer domingo, 8 de marzo, hay medidas más enérgicas en estaciones de ferrocarril, aeropuertos, puertos, carreteras y carreteras suburbanas para salir de las provincias declaradas a alto riesgo. La zona declarada por el gobierno desde ayer comprende toda la Región Lombardía (de la cual pertenece mi provincia) y 14 provincias más que se han visto afectadas. Quedamos prácticamente encerrados varios millones de personas con limitadas salidas. En la madrugada del domingo, el Ministerio del Interior emitió una directiva a las autoridades de las provincias indicando cómo implementar los controles en las áreas de "contención reforzada" definidas en el decreto. En la disposición se proporcionan las indicaciones específicas para los controles relacionados con la limitación de los movimientos de personas físicas que entran y salen de los territorios de "contención reforzada", lo que significa que los desplazamientos solo pueden tener lugar si están justificados por necesidades o situaciones laborales o por razones de salud. Para poder salir de estas áreas se pide de llenar un formulario en el que uno declara bajo la propia responsabilidad la identidad y los motivos del desplazamiento fuera de las zonas señaladas a riesgo. El formulario proporcionado por la policía se puede llenar en el momento de la petición. Queda completamente prohibido, y no permite excepciones, el desplazamiento a las personas sometidas a la medida de cuarentena o que hayan dado positivo por el virus.
Todos estamos colaborando para evitar la propagación del terrible microorganismo. Pero créanme, la situación evoluciona tan rápidamente que no permite hacer planes de un día para otro. Solo salimos a la calle si es necesario como para comprar víveres y para ir a trabajar. No besos, no abrazos, no “shaking hands”. Si alguien estuvo en contacto con un enfermo debe quedarse en casa aunque no tenga síntomas. En mi instituto se están tomando muchas medidas preventivas como el de permitir trabajar desde casa y cancelar todo evento no solo los socio-culturales, sino que también cualquier reunión de trabajo que no sea estrictamente necesaria. El comedor y la cafetería también tomaron medidas, quitaron la mitad de las sillas para evitar que los comensales estén de frente y así aumentar la distancia entre uno y otro. La mayoría de los colegas están ya trabajando desde casa conectados a la red del instituto, desgraciadamente algunos colegas y yo, tenemos que seguir en el laboratorio con los experimentos. Para mí no es un problema porque yo voy en bici y no tengo que tomar medios de transporte. Las escuelas, cines, gimnasios y comercios están cerrados. Las ceremonias religiosas, matrimonios y actos públicos fueron cancelados. Todas las actividades deportivas están suspendidas, aunque sean realizadas al aire libre. Los más afectados son los adultos mayores pues presentan menos resistencia a la enfermedad, mientras que los niños aparentemente no se ven afectados, pero pueden ser portadores sanos del bichito. Cabe recordar que los niños no están de vacaciones y por eso no deberían encontrarse con otros niños por lo mismo que son potenciales portadores sanos. Estas medidas dictadas por el gobierno estarán en vigor hasta el 3 de abril o cambios o ajustes que él mismo haga.
Qué les puedo decir amigos, que la situación es muy parecida a la de una guerra, pero contra un enemigo invisible. No se sabe si se está exagerando o, por el contrario, se está subestimando algo mucho más serio. Yo solo escucho las noticias de la RAI1, la cual transmite las cifras y recomendaciones oficiales dictadas por la protección civil y evito de leer otras noticias que pueden tergiversar o confundir las verdaderas. Hay mucha confusión y el exceso de miedo empuja a la gente a querer utilizar tapabocas sin estar enfermo. Cuando el bicho está en las microgotitas de saliva se adhiere a cualquier superficie, pero cuando está suspendido ya en el aire la mascarita no lo filtra, a menos que se use una máscara de tipo FFP3 en la cual no pasan ni los virus, pero les puedo asegurar que no la podrían aguantar más de media hora. Es una máscara que utilizamos para protegernos cuando trabajamos con sustancias venenosas y la respiración no es adecuada. No es para usarla todo el día o peor aún querer hacer actividad física con ella. Lo mejor es evitar los lugares con mucha gente, estar al aire libre y lavarse las manos con frecuencia para que, si uno se toca la cara sin darse cuenta, la probabilidad de introducir al bicho sea lo más baja posible. La mascarilla es recomendable para las personas ya enfermas o que cuidan a un enfermo. Cubrirse con un pañuelo los estornudos y desechar el pedazo de papel cuanto antes. Si no hay un pañuelo a disposición, a la hora del estornudo cubrirse con el brazo flexionándolo. Ya les mantendré informados sobre el desarrollo de esta “guerra” y sobre los estragos que está haciendo en la economía del país. Todos estamos viviendo esta dificultad con esfuerzo, pero aparte de los enfermos que están sufriendo en la propia piel, las actividades que tuvieron que cerrar (principalmente el sector turismo) están pasando por un momento de pérdidas económicas muy grandes y el gobierno está utilizando muchos recursos tratando de contener la difusión. Los lugares en los hospitales no bastan y la crisis de los hospitales están afectando otras áreas con pacientes con otros problemas de salud que tendrán que esperar a ser atendidos.
No hace falta decir que estos son tiempos difíciles que sin duda resultarán complicados para nosotros y nuestras familias. Trataremos de mantener la calma y adaptarnos lo mejor que podamos a las circunstancias. Es lógico que algunos podamos sentirnos acorralados o preocupados, pero no nos queda otra que hacer un esfuerzo, tener un poco de coraje, “apretando los dientes”, para aguantar y cuidarnos unos a otros. Esperemos que para abril las cosas mejoren.
Un abrazo a distancia para todos.
Emi Mendoza
Qué les puedo decir amigos, que la situación es muy parecida a la de una guerra, pero contra un enemigo invisible. No se sabe si se está exagerando o, por el contrario, se está subestimando algo mucho más serio. Yo solo escucho las noticias de la RAI1, la cual transmite las cifras y recomendaciones oficiales dictadas por la protección civil y evito de leer otras noticias que pueden tergiversar o confundir las verdaderas. Hay mucha confusión y el exceso de miedo empuja a la gente a querer utilizar tapabocas sin estar enfermo. Cuando el bicho está en las microgotitas de saliva se adhiere a cualquier superficie, pero cuando está suspendido ya en el aire la mascarita no lo filtra, a menos que se use una máscara de tipo FFP3 en la cual no pasan ni los virus, pero les puedo asegurar que no la podrían aguantar más de media hora. Es una máscara que utilizamos para protegernos cuando trabajamos con sustancias venenosas y la respiración no es adecuada. No es para usarla todo el día o peor aún querer hacer actividad física con ella. Lo mejor es evitar los lugares con mucha gente, estar al aire libre y lavarse las manos con frecuencia para que, si uno se toca la cara sin darse cuenta, la probabilidad de introducir al bicho sea lo más baja posible. La mascarilla es recomendable para las personas ya enfermas o que cuidan a un enfermo. Cubrirse con un pañuelo los estornudos y desechar el pedazo de papel cuanto antes. Si no hay un pañuelo a disposición, a la hora del estornudo cubrirse con el brazo flexionándolo. Ya les mantendré informados sobre el desarrollo de esta “guerra” y sobre los estragos que está haciendo en la economía del país. Todos estamos viviendo esta dificultad con esfuerzo, pero aparte de los enfermos que están sufriendo en la propia piel, las actividades que tuvieron que cerrar (principalmente el sector turismo) están pasando por un momento de pérdidas económicas muy grandes y el gobierno está utilizando muchos recursos tratando de contener la difusión. Los lugares en los hospitales no bastan y la crisis de los hospitales están afectando otras áreas con pacientes con otros problemas de salud que tendrán que esperar a ser atendidos.
No hace falta decir que estos son tiempos difíciles que sin duda resultarán complicados para nosotros y nuestras familias. Trataremos de mantener la calma y adaptarnos lo mejor que podamos a las circunstancias. Es lógico que algunos podamos sentirnos acorralados o preocupados, pero no nos queda otra que hacer un esfuerzo, tener un poco de coraje, “apretando los dientes”, para aguantar y cuidarnos unos a otros. Esperemos que para abril las cosas mejoren.
Un abrazo a distancia para todos.
Emi Mendoza