José Guadalupe Posada, el genio de la estampa
Queridos amigos, antes de nuestra acostumbrada pausa veraniega, les quiero contar algo sobre un famoso grabador y caricaturista mexicano, José Guadalupe Posada.
Fue muy célebre por sus litografías inspiradas en las tradiciones y costumbres populares mexicanas y su trabajo tuvo un gran impacto en la evolución del arte mexicano de principios de siglo pasado.
Breve biografía
José Guadalupe Posada nació en 1852, en Aguascalientes, ciudad capital del estado mexicano del mismo nombre. Desde muy joven, Posada aprendió los principios, métodos y secretos del arte litográfico y aprovechando su enorme facilidad para la caricatura, ingresó al mundo del periodismo como dibujante logrando publicar sus cartones en diferentes periódicos.
A los 19 años, Posada inició su carrera como caricaturista político para un periódico local (El Jicote) en su ciudad natal. Según se dice, ese periódico cerró después de 11 números, ya que una de las historietas de Posada había ofendido a un poderoso político local.
Exiliado, se trasladó a León, Guanajuato, donde inició una actividad de imprenta y se concentró en el trabajo comercial publicitario, la ilustración de libros, impresión de carteles y de figuras religiosas. Posteriormente se trasladó a la ciudad de México a finales del siglo XIX, en plena “época dictatorial porfirista”; periodo que va del año 1876 hasta 1911 y que se caracterizó por la injusticia, la represión, el enriquecimiento de unos pocos y por el poder centralizado en el General Porfirio Díaz.
Breve biografía
José Guadalupe Posada nació en 1852, en Aguascalientes, ciudad capital del estado mexicano del mismo nombre. Desde muy joven, Posada aprendió los principios, métodos y secretos del arte litográfico y aprovechando su enorme facilidad para la caricatura, ingresó al mundo del periodismo como dibujante logrando publicar sus cartones en diferentes periódicos.
A los 19 años, Posada inició su carrera como caricaturista político para un periódico local (El Jicote) en su ciudad natal. Según se dice, ese periódico cerró después de 11 números, ya que una de las historietas de Posada había ofendido a un poderoso político local.
Exiliado, se trasladó a León, Guanajuato, donde inició una actividad de imprenta y se concentró en el trabajo comercial publicitario, la ilustración de libros, impresión de carteles y de figuras religiosas. Posteriormente se trasladó a la ciudad de México a finales del siglo XIX, en plena “época dictatorial porfirista”; periodo que va del año 1876 hasta 1911 y que se caracterizó por la injusticia, la represión, el enriquecimiento de unos pocos y por el poder centralizado en el General Porfirio Díaz.
Gracias a su talento, Posada encontró fácilmente trabajo en la capital colaborando con varios periódicos de oposición, convirtiéndose en uno de los más famosos caricaturistas de sátira política del país. En aquella época, la capital mexicana contaba con menos de medio millón de habitantes, de los cuales, el 80 % no tenía acceso a la educación. El elevado índice de analfabetismo favoreció la difusión de sus cartones, ya que los dibujos facilitaban la comunicación. Las obras más importantes de Posada se llevaron a cabo en el taller de impresión del editor Antonio Vanegas Arroyo. Ese editor formó un equipo junto con Posada y algunos poetas, para imprimir volantes con información sobre las noticias y los problemas sociales de la época, mediante la utilización de corridos (narrativa popular en forma de canción o de poesía).
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La editorial empezó a producir un producto de fácil impresión, bajo costo y rápida difusión gracias al desarrollo de la tecnología de la época. Fue aquí que Posada creó las tradicionales calaveras acompañadas con versos. Dibujaba cráneos y esqueletos al costado de rimas satíricas que, por lo general, se referían a las hipotéticas muertes de políticos o de otras celebridades. Fue en este género que Posada creó La Calaca Garbancera que más tarde se le conocería mejor como La Catrina. Según la mayoría de sus biógrafos, Posada produjo alrededor de veinte mil viñetas, que en la mayoría de los casos, circularon en forma de panfletos y que relataban acontecimientos con gran trascendencia política.
José Guadalupe Posada murió en la ciudad de México en enero de 1913. No obstante toda la popularidad obtenida y los múltiples trabajos realizados, Posada murió en la miseria y fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Dolores en la Ciudad de México.
La sátira entre arte, humor y denuncia social
La historia nos muestra como la sátira política ha sido un recurso importante en las artes gráficas en donde, los abusos o las deficiencias de un gobierno se ponen de manifiesto por medio de la ridiculización y la ironía, con el objeto de lograr una mejora en la sociedad. Durante la dictadura porfirista se usó a menudo con intención subversiva. Posada utilizó la sátira como método para motivar debates políticos, cuyos argumentos estaban expresamente prohibidos. La orientación política del dibujante de la sátira es determinante en ese sentido. Las ideas de Posada eran claramente progresistas. Dibujó caricaturas satíricas dedicadas, en general, a elaborar una crónica de la vida mexicana de la época o para dar a conocer los sufrimientos del pueblo bajo el yugo de los grandes terratenientes. Las sátiras dedicadas a los políticos más influyentes de la época le costaron la cárcel en varias ocasiones. Nuestro caricaturista recreaba con gran sentido humorístico y profunda capacidad crítica la desigualdad y la injusticia social provocada por la infame política de su época. Los trabajos de Posada tuvieron una participación muy importante en el periodo prerrevolucionario (1902-1910).
La historia nos muestra como la sátira política ha sido un recurso importante en las artes gráficas en donde, los abusos o las deficiencias de un gobierno se ponen de manifiesto por medio de la ridiculización y la ironía, con el objeto de lograr una mejora en la sociedad. Durante la dictadura porfirista se usó a menudo con intención subversiva. Posada utilizó la sátira como método para motivar debates políticos, cuyos argumentos estaban expresamente prohibidos. La orientación política del dibujante de la sátira es determinante en ese sentido. Las ideas de Posada eran claramente progresistas. Dibujó caricaturas satíricas dedicadas, en general, a elaborar una crónica de la vida mexicana de la época o para dar a conocer los sufrimientos del pueblo bajo el yugo de los grandes terratenientes. Las sátiras dedicadas a los políticos más influyentes de la época le costaron la cárcel en varias ocasiones. Nuestro caricaturista recreaba con gran sentido humorístico y profunda capacidad crítica la desigualdad y la injusticia social provocada por la infame política de su época. Los trabajos de Posada tuvieron una participación muy importante en el periodo prerrevolucionario (1902-1910).
Posada, precursor del arte moderno mexicano
Durante los años siguientes a su muerte, los trabajos de Posada quedaron en el olvido. Fue hasta 1922 que fueron redescubiertos por el artista francés Jean Charlot, quien encontró casualmente algunos de los dibujos de Posada cuando eran vendidos en un tenderete de un mercadillo y reconociendo la gran calidad artística de ellos, los llevó a la atención internacional.
Durante los años siguientes a su muerte, los trabajos de Posada quedaron en el olvido. Fue hasta 1922 que fueron redescubiertos por el artista francés Jean Charlot, quien encontró casualmente algunos de los dibujos de Posada cuando eran vendidos en un tenderete de un mercadillo y reconociendo la gran calidad artística de ellos, los llevó a la atención internacional.
La importancia encontrada en las obras de José Guadalupe Posada recae en la influencia que ejerció sobre pintores, muralistas y grabadores que formaron parte del movimiento artístico post-revolucionario. Durante los años treinta, Posada fue valorado como un gran artista popular, generando a distancia de su muerte, una escuela seguida por artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Leopoldo Méndez, entre otros. Esta es la razón por la cual el legado de Posada es muy importante y muchos de los artistas mexicanos y del extranjero consideran a Posada el precursor del movimiento artístico moderno nacional.
Para entender por qué Posada fue pionero en el arte mexicano, hay que tener en cuenta que todas las manifestaciones artísticas mexicanas, desde la conquista hasta la mitad del siglo XIX, estuvieron dominadas en su mayoría por la influencia del arte europeo y por la Iglesia. Posada aprovechó ese terreno fértil y creo su propio estilo. Sin embargo, en esa época el grabado era considerado simplemente un oficio. |
Y si algunos grabadores fueron capaces de romper la frontera que separaba el campo artístico del artesanal fue seguramente debido a que satisfacían los gustos de la cultura dominante y no la del pueblo. José Guadalupe Posada nunca fue considerado un artista en vida, sino que tuvo que esperar varios años después de su muerte para ser reivindicado como el “gran artista mexicano”.
También el famoso pintor José Clemente Orozco reconoció los excelentes trabajos de Posada. Según Orozco, Posada despertó en él el deseo de dedicarse al arte de la pintura que lo llevaría a la realización de obras grandiosas.
En 1953, el grabador y dibujante Leopoldo Méndez realizó una excelente obra en memoria de José Guadalupe Posada de la cual les quiero hablar. En ella se ve al artista mientras reproduce en una matriz una escena que ve por la ventana, cuando en los primeros años del siglo XX empezó a manifestarse la oposición a la dictadura de Porfirio Díaz, y cualquier movimiento de denuncia era reprimido por la policía del régimen. De alguna manera, “Homenaje a José Guadalupe Posada” es una síntesis de lo que sucedía en México en los años anteriores a la Revolución. La linografía mide 60×90 cm. y una copia forma parte del museo de la estampa de la ciudad de México.
En 1953, el grabador y dibujante Leopoldo Méndez realizó una excelente obra en memoria de José Guadalupe Posada de la cual les quiero hablar. En ella se ve al artista mientras reproduce en una matriz una escena que ve por la ventana, cuando en los primeros años del siglo XX empezó a manifestarse la oposición a la dictadura de Porfirio Díaz, y cualquier movimiento de denuncia era reprimido por la policía del régimen. De alguna manera, “Homenaje a José Guadalupe Posada” es una síntesis de lo que sucedía en México en los años anteriores a la Revolución. La linografía mide 60×90 cm. y una copia forma parte del museo de la estampa de la ciudad de México.
Posada y la muerte Los grabados de Posada se asocian con frecuencia a la representación de la muerte ya que en muchas de sus obras aparecen una gran cantidad de esqueletos que, riéndose de su condición, pasean en bicicleta, cantan, bailan, beben o declaran su amor a alguna dama. Posada amaba representar la muerte en sus dibujos porque según él, viviendo un régimen dictatorial, la muerte era democrática: “La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas,
güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera” |
Así fue que nacieron las calaveras literarias de Posada. Eran volantes que contenían textos muy breves con composiciones en verso con un lenguaje satírico, en el cual daban una noticia burlándose de personajes célebres o ilustraban historias de crímenes, de políticos, damas, toreros, etc.
Es por ello que su calavera, bautizada en un principio por él mismo como La Calavera Garbancera representa al pueblo, a sus costumbres, y a la triste situación de la época, aunque hoy se les asocie más al día de muertos. El garbancero era aquel, que a pesar de tener sangre indígena, pretendía ser europeo y renegar a su propia cultura; situación que Posada no aceptaba. Por ello, su calavera, sin nada más que un sombrero, representa al garbancero: al que pretende aparentar lo que no es.
Museo José Guadalupe Posada
El museo José Guadalupe Posada se encuentra en la ciudad de Aguascalientes, Ags. Fue inaugurado en 1972 en la casa curial anexa al templo del Señor del Encino en el barrio que vio nacer a nuestro caricaturista. Yo tuve la oportunidad de visitar el museo a fines del 2010, cuando el museo se acababa de reinaugurar tras una remodelación en la que se restructuró para la construcción de una nueva sala. Ese pequeño edificio destinado a la exposición, cuenta con dos salas de exhibición, la permanente que está dedicada a José Guadalupe Posada, enriquecida con algunos de sus grabados originales, herramientas de trabajo, clichés, fotografías y recortes de periódicos de la época revolucionaria y donde destaca particularmente la enorme prensa en la que trabajó nuestro admirado grabador. La otra sala es utilizada para exposiciones temporales con trabajos de otros autores de renombre nacional y extranjero. |
El Instituto Cultural de Aguascalientes, junto con otros entes nacionales, organiza La Bienal Internacional de Grabado y Estampa José Guadalupe Posada, un concurso que tiene por objeto el de mantener viva la técnica del grabado entre nuestros jóvenes. La convocatoria es abierta a los artistas de todos los países del mundo y los premios son muy gratificantes.